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sábado, 29 de abril de 2017

Día Internacional de la Danza

Hoy 29 de abril, como cada año desde que la UNESCO lo instituyera en 1982, es de Día internacional de la Danza. La fecha fue elegida por ser el natalicio de Jean-George Noverre al que se considera el creador del ballet moderno.

Todos los años la organización de la efemérides solicita a una personalidad de este arte, que redacte un mensaje que será difundido por todo el mundo. Este año el mensaje le fue encargado a Trisha Brown quien falleció el pasado 18 de marzo. Así pues el mensaje se ha elaborado a partir de sus escritos y reflexiones que han sido recogidos y selecionados por su más cercana colaboradora Susan Rosenberg. Su publicación sirve además como homenaje a su figura.


"Me convertí en bailarina por mi deseo de volar. Trasceder la gravedad fue algo que siempre me emocionó. No hay un significado secreto en mis obras. Son un ejercicio espiritual que toma forma física. La danza proyecta y amplía el lenguaje universal de la comunicación, dando lugar a la alegría y a la belleza, al avance del conocimiento humano. La danza es la posibilidad de crear..., una y otar vez...,en el pensamiento, en la acción, en la puesta en escena, en la interpretación. Nuestros cuerpos son una herramienta para la expresión y no un medio para la representación. Esta sensación libera nuestra creatividad, que es la esencia y el don de la capacidad artística. La vida de un artista no termina con la edad, como algunos creen. La danza está hecha de personas e ideas. El espectador puede llevarse a casa el impulso creativo y aplicarlo a su vida diaria".
(Trisha Brown (1936-2017) bailarina, coreógrafa y directora artística).

Durante este día, distintas compañias, escuelas, asociaciones y organizaciones de danza de todo el mundo, organizan diferentes actividades dirigidas al gran público. Se realizan clases abiertas, ensayos, conferencias, exposiciones...; el objetivo es acercar la danza a todos traspasando las barreras culturales, étnicas, de edad .... Todo el mundo puede hacer y disfrutar de la danza. 
 

Todos los cuerpos, todas las voces.

viernes, 7 de abril de 2017

Las Pasiones de J. S. Bach

Al llegar la Semana Santa se multiplican por doquier los conciertos de música religiosa, tanto dentro como fuera de los templos se escuchan obras de esta temática. Pero dentro del género religioso existe además unas obras específicas para esta época del año: las Pasiones. Su origen se remonta a la costumbre medieval de repartir entre los distintos chantres las voces de Jesús, Pilatos o Judas. A estas pequeñas representaciones se incorporará en Italia, hacia 1600,  el estilo recitativo con lo que la pasión se transforma en una especie de motete con varios personajes. No obstante va a ser en la Alemania protestante dónde el género alcanzará un enorme explendor con autores como Schütz, que introduce el coral protestane, y más tarde Telemann, Haendel y sobre todo Johann Sebastian Bach al que se puede considerar la cumbre del género.

Primera página autográfa de la Pasión según San Mateo
Sabemos por el diario de su segunda esposa, Ana Magdalena Bach, que Johann Sebastian Bach era un hombre de profundas creencias religiosas.
Muestra de ello son las cinco pasiones que escribió aunque desgraciadamente sólo se han conservado íntegramente dos: La Pasión  según San Juán, estrenada en la Iglesia de San Nicolás de Leipzig el Viernes Santo de 1724, y La Pasión según San Mateo, estrenada cinco años más tarde que posee un contenido más dramático.

La segunda es probablemente la obra religiosa más extensa de la historia de la música occidental, su duración excede las dos horas y media, y nos muestra una unión perfecta entre texto y música. Un texto que tiene diversas procedencias: el del evangelista proviene de una traducción de Lutero; los corales son los propios del rito protestante y el resto de los textos, más poéticos y libres, son de su amigo Picander. Con esta obra Bach nos cuenta el sufrimiento y muerte de Cristo segun el relato del evangelio de San Mateo. 

Aunque no es seguro, es posible que fuese interpretada por primera vez el 15 de abril de 1729, día de Viernes Santo, en la Iglesia de Santo Tomás en Leipzig, bajo la dirección del mismo compositor, cosa habitual en aquel tiempo. Para su interpretación Bach no contó con los recursos suficientes. Así queda reflejado en un memorandum que envía al Consejo de la Ciudad de Leipzig en el que se queja de que sólo 17 de los 54 miembros del coro hubieran estado a la altura. La obra no fue muy bien valorada por la burguesía de la ciudad, entre los que se encontraban los representantes del Pietismo, ya que para ellos era una obra demasiado operística; no obstante Bach siguió interesándose por ella, muestra de ello son las distintas revisiones que realizó de la obra hasta 1736. Tras su muerte esta obra, como casi toda su producción, cayó en el olvido hasta que en 1829, el compositor Felix Mendelssohn, volvió a interpretarla con la Sing-Akademie de Berlín, aunque en una versión abreviada. El interés por la obra de Bach desde ese momento no ha hecho más que aumentar y hoy es considerado uno de los más grandes compositores de todos los tiempos.

La Pasión según San Mateo consta de 68 números en los que Bach hace uso de distintos recursos. Utiliza el recitativo seco para el narrador (el evangelista - tenor) y el recitativo acompañado para Jesus (bajo). Las arias están reservadas para expresar los sentimietnos de los personajes que aparecen en la narración del evangelista y en muchas hay un instrumento obligado, es decir que comparte protagonismo con la voz. Para su interpretación son necesarios dos coros (SATB) y dos orquestas a los que se añade en los números 1º y 35º un coro extra de sopranos (normalmente niños).

Aquí tienes el nº1 de esta obra con los dos coros, dos orquestas y coro de niños. El comienzo está reservado para las dos orquestas hasta que en el compás 14 dejan de ir al unísono y se produce un diálogo entre las maderas de ambas, poco después comienza la entrada de las voces.

La Pasión según San Mateo: Nª1 Coro Kommt, ihr Töchter 
helft mir klagen.
Y a continuación una muestra de una de las arias más conocidad de la obra que corresponde con el nº 47 y se titula Erbarme dich. Es un aria para contralto con violín obligado.


Actuaciones relacionadas

René  Jacobs, una de las personalidades más influyentes de la música de hoy día, se ha convertido poco a poco en un director especializado en la renovación de la interpretación del repertorio barroco. Este mes, concretamente el día 10 de abril, dirigirá en el Palau de la Música La Pasión según San Mateo de J. S. Bach. 
El director intenta huir de los caminos trillados y busca siempre una nueva interpretación de las obras que están en su repertorio. "La mejor manera de ser  moderno al recuperar obras antiguas es ir a las fuentes originales desde la frescura de su primer día" ha dicho. Con ese criterio se enfrentará en Barcelona a la obra más larga e intensa del repertorio religioso de J.S. Bach, la que sin duda representa la cumbre del culto luterano. En su interpretación tomarán parte dos formaciones de prestigio: la Akademie für Alte Musik de Berlín (Akamus) y la coral RIAS Kammerchor, experta en la recreación con criterios históricos de obras del Renacimiento y del Barroco.
Para los distintos personajes intervendrán cantantes dispuestos a conectar con la línea creativa del director quien evita trabajar con cantantes-divos. Julian Prégardien encarnará al evangelista; el bajo Johannes Weisser será Cristo y los fijos en la nómina de Jacobs: Sunhae Im, Anja Petersen, Kristina Hammarström, Benno Schchtner, Minsub Hong y Jonathan de la Paz realizarán el resto de los personajes.



viernes, 10 de marzo de 2017

Clara Wieck (Shumann) 1819-1896



Clara Wieck antes de convertirse en Clara Shumann
Aunque ya han pasado 48 horas del Dia de la Mujer no quiero dejar de hacer mi pequeña contribución para salvar del olvido a tantas y tantas mujeres en múltiples campos de la ciencia, la cultura y el saber. La música no es una escepción y Clara Wieck (Schumann) puede ser un ejemplo de cómo una persona de enorme talento musical es prácticamente desconocida por el gran público más allá de su faceta como esposa de Robert Schumann. ¿Qué hubiese pasado con esa criatura excepcional si hubiese nacido chico? Las muestras de su valía proceden de su más tierna edad pues a los 11 años dio su primer concierto como solista y también de esa época data su primera publicación como compositora Cuatro polonesas op.1. El entorno familiar, como ocurrió años antes con la familia Mozart, le fue muy favorable. Su padre Friedrich Wieck era un reputado profesor de piano y pedagogo y viendo las cualidades de su hija se volcó en su formación. Clara conoció a Robert Schumann siendo todavía una niña con quien se casaría años más tarde. Junto a él publicó una colección de canciones del poeta Rückert y en sus numerosos conciertos no perdió la ocasión de dar a conocer la obra de su esposo. Suyo será tambien el empeño de editar la obra completa de Robert Schumann tras su fallecimiento. Su maestría como pianista era admirada por todo el que la escuchaba, comparándola con la gran estrella del momento, Franz Liszt. Aprovechó sus innumerables giras para apoyar y dar a conocer las obras de nuevos talentos, como hizo con Johannes Brahms. Nombrada profesora de técnica pianística del Conservatorio Superior de Francfort, es considerada un icono dentro de la interpretación. Desgraciadamente su actividad como compositora quedó relegada ante su faceta de concertista que le absorvía gran parte de su tiempo, aunque para Clara componer era algo que la llenaba totalmente "Componer supone un gran placer... nada supera la alegría de crear, porque durante la misma se ganan horas de olvido, mientras se vive en un mundo de sonidos" decía respeto a su actividad como creadora. Su faceta de compositora se ha tenido en cuenta a patir de los años sesenta del siglo XX con el renovado empeño por difundir su legado. 



 Si quieres saber más sobre mujeres compositoras pincha en el siguiente enlace:

jueves, 2 de febrero de 2017

Un musical que arrasa en las nominaciones de Hollywood

El cine musical tiene su época dorada entre los años 30 y los años 60 del pasado siglo cuando cumplía un papel de bálsamo sanador ante las consecuencias de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Suponía un gran un alivio para una población de posguerra aquejada de un malestar generalizado y un enorme descorcierto. Su cenit podría fecharse en 1952 con Cantando bajo la lluvía que, al igual que ocurre con la actual y nominadísima La La Land, cuenta la historia de cómo unos jóvenes intentan abrirse camino en el complicado y competitivo mundo de la farándula hollywoodiense. 
Lo verdaderamente notable es que ahora, cuando parecía que el género estaba del todo extinguido, La La Land lo recupera y, además, en un formato que había sido totalmente arrinconado: el cinemascope, quizás como un guiño nostálgico más.
La La Land es un musical que sigue la tradición más clásica del género pero que aporta novedades. No son demasiados los números musicales, cosa que parece comprensible teniendo en cuenta que sus protagonistas poco o nada tienen que ver con el mundo de la danza. La historia no es un mero pretexto para encuadrar los distintos numeros musicales sino que tiene peso por sí misma, tampoco el final es el que se podría esperar dentro del género pero salimos aliviados del cine aunque sólo sea por haber estado casi dos horas apartados del mundo que nos ha tocado vivir, no demasiado halagüeno a juzgar por la noticias que nos rodean por doquier

 

Ficha técnica y críticas aparecidas en distintos medios impresos: